Psicología de Carl Jung TED

  Psicología de Jung, ¿Que es la Sincronicidad?

 

El siguiente vídeo explica y detalla cuando en 1952, Carl Jung acuñó el concepto de "sincronicidad" para definir "la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal". Es decir, la coincidencia temporal de dos o más eventos, que guardan relación entre sí, pero que no son uno causa del otro, sino que su relación es de contenido.

 

Jung quien acuñó el término de sincronicidad, refiriéndose a “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera no causal” como la unión de los acontecimientos interiores y exteriores de un modo que no se puede explicar pero que tiene cierto sentido para la persona que lo observa, a su vez expresaba que  las sincronicidades como “coincidencias temporales de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal y que presentan alguna relación con los pensamientos y emociones de la persona que la experimenta”.

 

Esta teoría junguiana, por supuesto, no se aviene bien con el materialismo o el racionalismo más tajantes, sino que viene de las profundidades del psicoanálisis. Según Jung, los períodos de transición o transformación de los seres humanos -como muertes, cambios de trabajo, divorcios- son más propensos a la ocurrencia de sincronicidades, posiblemente porque nuestra reestructuración interna causada por los cambios o crisis genera una energía de búsqueda de sentido que nos obliga a encontrar patrones en las circunstancias externas.

 

Sea como sea, es sabido que los seres humanos somos propensos a un impulso de reconocimiento de patrones que es, incluso, capaz de verlos donde no existen, por ejemplo en los casos en que la dopamina en el cerebro se encuentra elevada, circunstancia que nos hace propensos al pensamiento mágico y a creer en la buena fortuna. De hecho, ciertos estudios han demostrado que el estrés y los eventos de particular significado emocional nos acercan al pensamiento mágico. Sin embargo, también han probado que el extremo escéptico de ese espectro tampoco es nada saludable: la carencia de capacidad para el pensamiento mágico está, entre otras cosas, ligada a la anhedonia, la incapacidad de experimentar placer.

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